ER

miércoles, agosto 31, 2005

Mi cuento de hoy, no tiene nada que ver con los escabrozos acontecimientos de la sala de emergencias del County Hospital de Chicago, tiene más bien que ver con la tarde que pase el día de ayer en la Emergencia de la Policlinica Mendez Gimón, a causa de un dolor abdominal que venia atormentandome desde hacia dos días.

Llegue a la emergencia a las 2 de la tarde, cuando llegue, lo primero que me preguntaron, era si tenia seguro, como mi respuesta fue positiva, me enviaron a llenar unas planillas, asi que con mi dolor, tuve que llenar las planillas, y esperar que la señora del mostrador se comunicara con el seguro.

Después de eso me toco esperar hasta las 3 de la tarde, que fue cuando el enfermero dijo mi nombre. El doctor que me atendió adentro, fue muy amable, lleno la historia, me tomó la tensión y luego me examinó. Su primer diagnóstico fue: APENDICITIS.

A mi casi que me da un infarto, porque pasaría mis 2 ultimas semanas de vacaciones, acostada en una cama, en lugar de estar ordenando mi casa. Sin contar que una operación retardaría aun más mi mudanza a mi hogar.

En fin, la emergencia estaba full, asi que ya no habia camas disponibles, asi que me pusieron en algo que ellos llaman "Consultorios", que no son otra cosa que salones, bastante pequeños, con butacas reclinables. Me sientan ahi, y al rato aparece una enfermera a ponerme una vía, inmediatamente aparece una muchacha para sacarme la sangre y me dice que va a aprovechar la vía para sacar la sangre por alli, y asi me ahorro un "pinchazo". La enfermera introduce la via, pero siento mucho dolor, sale muchisima sangre, y a además se filtró, asi que ni pusieron la vía, no me sacaron la sangre. Vuelve el proceso otra vez, abre la mano y cierrala varias veces, me ponen el torniquete y otra vez con la aguja, esta vez logra ponerla, pero aun siento un poco de molestia, además salío muchisima sangre de nuevo. Al final todo el mundo tiene lo que quiere, la sangre para los examenes, la enfermera logro ponerme la vía y además me pusieron suero y un protector para el estómago.

Me llevan a hacerme un eco, la doctora hace varios movimientos con el aparatico, me dice que parece algo con los intestinos, y salgo yo de salida nada más: "Pero allá abajo estaban diciendo que podia ser apendicitis, no hay forma de ver por el eco?", la doctora me contesta que a veces no es posible que no se vea debido a los intestinos, y que solo se ve cuando la enfermedad esta muy avanzada, pero por los sitios en donde me duele debe ser apendicitis (dale, ya le metí la idea en la cabeza, yo y mi bocota).

Cuando bajo ya llegó mi tia y mi papá, (además estube en comunicación con mi adorado esposo toda la tarde, que estaba muy preocupado, pero por trabajo estaba en valencia, no crean que no estaba pendiente) ya no vuelven a colocarme el suero.

Ahora es cuando de verdad me asusto, se aparecen en el "consultorio" dos cirujanos, van a realizar unas pruebas, para descartar que sea apendicitis o alguna cosa quirurgica. Me tocan toda la panza, me preguntan un monton de cosas, me hacen levantar mi pierna, me hacen brincar. Diagnostico: "Quita la cara de susto que no es apendicitis, ni parece que sea nada de operar, debe ser colitis o algo por el estilo".

Ya más tranquilo, vuelvo a sentarme en el sillón azul reclinable, y converso un rato con una simpática señora que esta en otro de los sillones.

Como a las 6, ya cansada de estar ahi, hablo con el doctor, me dice que espere un momento, mientras terminan el informe, además el doctor me informa que todos los valores estan normales, que no me preocupe. Luego me quitan la vía, me dan la receta del médico, estoy lista, finalmente puedo irme a mi casa...

...Asi que asi fue mi tarde en la emergencia.

Gracias a Dios que escucho mis oraciones, y no fue nada que necesitara cirugía....

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